Soy Andrea Aguilera, Licenciada en Ciencias de la Comunicación Publicitaria (ORT) y actualmente cursando el Máster en Dirección de Comunicación y Marketing(ORT). Me especializo en estrategias de marketing y contenidos para conectar organizaciones con sus públicos en ecosistemas digitales cambiantes.
Transitando la revolución industrial 4.0
En estos días asistimos a un cambio de paradigma, la “cuarta revolución industrial”. En él, lo digital prima. Revolución y reinvención van de la mano en este camino que para algunos países del mundo ya es una realidad y para otros es, o debería ser, parte de su agenda de desarrollo para los próximos años. La pandemia nos demostró que estando más o menos distantes de la digitalización nadie puede darse el lujo de no formar parte. El 2020 no nos presentó opciones, la digitalización es un deber.
El Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) promueve un proyecto de agenda digital regional “eLAC” bajo el cual se presentó un informe con insumos para trabajar en el periodo 2020-2022. Según este, la crisis nos condujo a replantearnos nuestras prácticas sociales y los modelos de producción existentes. El Fondo Monetario Internacional (FMI) advierte que las consecuencias podrían impactar directamente en el PBI a nivel mundial, causando una reducción de 1,8% para Latinoamérica y Caribe. Esta fuerte recesión global al momento es tan solo una predicción, aunque bastante certera, pero ¿podremos revertirla? Seguramente si nos seguimos guiando por las lógicas del mercado actual será muy difícil.
A su vez, no todos estamos transitando el mismo escenario: la revolución tecnológica será más o menos exitosa dependiendo de cómo los países generaron en los últimos años políticas públicas para su desarrollo y articulación con la sociedad. En la región de América Latina y Caribe el 67% de la población es usuaria de internet y el 60% se concentra en las zonas urbanas. La penetración de internet en los hogares de zonas rurales ronda el 40 y 50% siendo Uruguay el país mejor posicionado en la región, superando ampliamente el 60%. Esto nos coloca en una posición privilegiada frente a otros países, ya que no solo lideramos en la capital sino a nivel nacional.
El destaque regional de Uruguay no es una novedad: nuestro país viene generando una cultura digital con antelación a esta crisis a través de políticas públicas con foco en innovación y transformación digital. Plan Ceibal, Plan Ibirapitá, mejoras en la conectividad mediante fibra óptica son algunos avances que nos posicionan con una clara ventaja en esta cuarta revolución industrial, en la que empresas y personas deben reinventarse.
Es el momento de frenar y preguntarnos ¿cuál será el rol de la educación en la transformación digital? ¿Qué rol corresponde al sector público impulsando políticas educativas y qué parte corresponde al ámbito privado capacitando a sus empleados o colaborando de forma conjunta? Más allá del posicionamiento en conectividad y accesibilidad, regionalmente se nos presenta un panorama con desafíos relacionados al futuro del empleo y del trabajo. El temor a la automatización que trae aparejada una posible pérdida de empleo y las nuevas dinámicas de trabajo que requieren nuevas habilidades para insertarnos en el mercado laboral, son algunas de las cuestiones principales a evaluar.
La pandemia por un lado nos acerca a una posible modalidad de trabajo a distancia, mostrándonos que no es imprescindible un modelo presencial para todos los sectores de la industria o áreas empresariales. Como contraparte también nos enseña las grietas que trae consigo por la falta de marco regulatorio, recursos técnicos y hasta el desarrollo de una cultura organizacional con la que la mayor parte de las empresas no cuentan y tal vez, no habían llegado a plantear su implementación.
La digitalización tuvo un fuerte empuje y acelerado en relación con los recursos humanos implicando un gran desafío: el de generación de habilidades entendiéndolas como cambiantes. Esto requerirá cambiar el enfoque de aprendizaje por disciplinas y establecer un modelo de habilidades adaptativas a una realidad, que muta con la rapidez de un abrir y cerrar de ojos.
Una de las conclusiones sobre la revolución digital en América Latina expuestas en el informe “América Latina en Movimiento” del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), es que es crucial repensar el sistema educativo de cara a las habilidades duras y blandas que serán requeridas y que plantean un desafío en la inserción laboral a futuro. Hoy en día tenemos que prepararnos para trabajos que aún no existen.
Aunque es mandatorio que el sector público se encargue de diseñar políticas e invertir en el desarrollo de la educación de calidad y orientada al cambio, es una tarea ambiciosa para ser cubierta únicamente por el Estado. Así como salir de la pandemia requerirá una articulación de recursos públicos y privados, lo mismo sucede con la educación. Las empresas deberán capacitar a su personal con nuevas habilidades para ayudarlos a reinventarse y las instituciones educativas deberán revisar sus currículas a modelos de enseñanza adaptables al cambio.
En este contexto, es más importante que nunca comprender qué habilidades serán requeridas para los empleos del futuro, no perder de vista el avance de la automatización alineado al uso de inteligencia artificial y pensar cómo formar a las personas para ocupar esos puestos y liderar los cambios del mañana. Tanto los gobiernos, instituciones educativas, la academia como generadora de conocimiento, trabajadores y empresas tendrán que afrontar los nuevos desafíos que supone la revolución 4.0.
Fuentes de consulta:
Banco Interamericano de Desarrollo (2020). América Latina en movimiento: Competencias y habilidades en la Cuarta Revolución Industrial. Recuperado de: https://publications.iadb.org/publications/spanish/document/Am%C3%A9rica_Latina_en_movimiento_Competencias_y_habilidades_en_la_Cuarta_Revoluci%C3%B3n_Industrial_es.pdf
Agudelo Núñez, Negrete, et al. (2020), Las oportunidades de digitalización en América Latina frente al COVID-19. Recuperado de: https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/45360/4/OportDigitalizaCovid-19_es.pdf
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