top of page

VIRGINIA RIVEDIEU

  • Foto del escritor: Sabrina Bianchi
    Sabrina Bianchi
  • 8 jun
  • 6 Min. de lectura

Licenciada en Comunicación Social con experiencia en marketing para startups y empresas

de tecnología. Me interesa investigar cómo están cambiando las reglas del juego en

comunicación, desde newsletters independientes hasta nuevos modelos de monetización.

Actualmente cursando la Maestría en Dirección de Comunicación y Marketing en

Universidad ORT

El periodista es el medio


¿Alguien se sorprende si digo que los medios tradicionales están en crisis? ¿Que no han

podido adaptar su modelo de negocios a los cambios que trajo la tecnología? Pero, ¿qué

pasa si digo que algunos periodistas han logrado sobrevivir sin depender de un medio?


El problema es conocido: la publicidad que antes sostenía a los medios ahora va

masivamente hacia Google y Meta. Los intentos de monetizar contenido digital mediante

paywalls tampoco están generando suficientes ingresos para compensar estas pérdidas. El

impacto en los periodistas es directo: las redacciones se achican constantemente, los

trabajos están cada vez más precarizados, y crece la frustración de ver cómo el oficio se

devalúa en un sistema que prioriza el volumen y el clickbait sobre la profundidad y la

calidad.


Pero en medio de este panorama complicado surge algo interesante. Algunos escritores

descubrieron que no necesitan de un medio para conectar con su audiencia. Que pueden

crear newsletters independientes, monetizar su trabajo a través de suscripciones, y construir

una relación de confianza sin intermediarios. Y que efectivamente se puede vivir de eso.


En este artículo me voy a enfocar en un grupo particular: periodistas que después de ganar

experiencia en medios grandes, decidieron dar este salto hacia la publicación

independiente. Me resulta interesante este puente entre el periodismo tradicional y los

nuevos modelos digitales. Puede parecer simple: un newsletter especializado, una voz

confiable, y una opción de suscripción, pero el cambio es enorme. No por la tecnología en sí

misma (los newsletters y los blogs existen desde los primeros días de internet), sino por la

posibilidad de monetizarlos directamente. Plataformas como Substack, Ghost, y Beehiiv

facilitaron cobrar por contenido digital de manera eficiente y retener la mayor parte de esos

ingresos.


ree

En la práctica


Emily Sundberg trabajaba en Meta cuando empezó a escuchar rumores de despidos

masivos. En este contexto creó "Feed Me”, un newsletter sobre negocios y cultura

neoyorquina que en dos años logró más de 50.000 suscriptores y se posicionó en el puesto

número seis en Substack. Sundberg dice tener una mentalidad de estudio integral,

expandiéndose también hacia eventos, merch, y próximamente podcasts.


Por otro lado, después de una década cubriendo Silicon Valley para The Verge, CNET y

San Francisco Chronicle, Casey Newton lanzó "Platformer" en 2020. En menos de tres

años, el newsletter sobre tecnología alcanzó aproximadamente 155.000 suscriptores

totales, con alrededor del 5% siendo suscriptores pagos, según datos de Nieman Lab. Si

bien no comparte las cifras exactas de ingresos, ha logrado la sostenibilidad suficiente para

contratar a un equipo y evolucionar más allá del modelo individual hacia una mini-redacción.


De manera similar Anne Helen Petersen dejó BuzzFeed para lanzar "Culture Study", un

newsletter donde analiza fenómenos culturales contemporáneos. Después de cuatro años,

Petersen reflexionó en un post sobre cómo este modelo le ha permitido escribir sobre temas sin "gancho noticioso" o explorar temas sin sentirse obligada a llegar a conclusiones

perfectamente definidas, algo imposible en su trabajo anterior. En ese mismo posteo,

destaca especialmente la libertad para no estar atada a repetir contenido que funcionó en el

pasado.


Como último caso de estudio, uno más cercano. Irina Sternik es una periodista argentina

especializada en tecnología y cultura digital que trabajó en medios tradicionales como

Revista USERS, CN23, La Nación y TV Pública. Lanzó "LadoBNews" en abril de 2022 como

newsletter quincenal, que desde diciembre de 2024 se convirtió en semanal. Actualmente

tiene más de 5.300 suscriptores y se define como "una herramienta periodística e

independiente con información, análisis y opinión" sobre tecnología, cultura y sociedad.


Me parece importante destacar el patrón común: todos los casos que menciono tienen un

trayecto en medios establecidos donde pulieron sus habilidades, desarrollaron su

perspectiva, y construyeron audiencias. No aparecieron de la nada. Aprovecharon la

reputación que crearon durante años para generar tracción con sus emprendimientos.

BuzzFeed, The Verge, y Meta funcionaron como incubadoras que nutrieron el talento.

Luego, en un contexto de crisis, estos periodistas lo logran capitalizar independientemente

de los medios. ¿Es condición necesaria haber hecho este recorrido? No estoy segura de

que sea excluyente, pero definitivamente es algo que les allanó el camino.


ree

¿Por qué funciona?


● Los costos operativos son muy bajos al no tener oficina ni grandes equipos. Emily

Sundberg comenzó Feed Me desde su apartamento durante la pandemia.


● Al eliminar intermediarios, consiguen el 90% del valor generado. Plataformas como

Substack cobran aproximadamente el 10% del ingreso por suscripción, dejando que

los escritores mantengan el resto.


● Menos lectores más comprometidos tiene mejores resultados en este contexto. En

lugar de competir por audiencias masivas, están en nichos específicos. Newton se

centra exclusivamente en la intersección entre plataformas tecnológicas y

democracia, Anne Helen Petersen construyó una audiencia alrededor de análisis

que mezclan academia y cultura pop.


● Combinan suscripciones, publicidad premium, contenido patrocinado, eventos y

marketing de afiliados para aumentar su rentabilidad.


Esta transformación ha sido tan exitosa que ahora estamos viendo el fenómeno contrario:

medios tradicionales enteros están migrando hacia plataformas de suscripción.

Publicaciones como New York Magazine y marcas se suman a Substack, reconociendo las

ventajas de este modelo de monetización y relación con la audiencia.


La economía de la autenticidad


Este fenómeno representa un cambio fundamental en la relación entre creadores y

audiencias, centrado en la autenticidad como valor principal. Estos creadores abrazan una

transparencia que sería impensable en medios tradicionales: comparten abiertamente sus

procesos, desafíos e incluso datos financieros, creando una sensación de complicidad con

su audiencia. Al mismo tiempo, convierten la subjetividad en virtud, haciendo de su

perspectiva personal informada su propuesta de valor única. Anne Helen Petersen destaca

específicamente cómo este modelo le permite explorar temas sin necesidad de

conclusiones perfectamente definidas o ganchos noticiosos artificiales.


La relación con los lectores se transforma radicalmente: ya no son consumidores pasivos

sino participantes activos en comunidades que se forman alrededor de estos creadores.

Tanto Petersen como Sundberg han creado espacios de interacción donde sus suscriptores

no solo consumen contenido sino que debaten y se conectan entre sí. Esta libertad editorial

absoluta les permite cubrir exactamente lo que consideran relevante, sin presiones

comerciales externas o líneas editoriales impuestas. Como dice Petersen: "No me siento

obligada a copiar historias que han funcionado bien en el pasado", liberándose del ciclo

adictivo de contenido que caracteriza a muchos medios digitales.


Qué implica para los comunicadores


El fenómeno de los periodistas convertidos en sus propios medios implica una profunda

transformación en cómo se produce, distribuye, y monetiza la información. En un mundo

donde la confianza en las instituciones baja, la autenticidad toma un nuevo valor. Los

profesionales que logran construir una marca basada en expertise genuino, perspectiva

única y conexión auténtica con su audiencia están descubriendo que la crisis de los medios

tradicionales les da la oportunidad de generar otro modelo de periodismo (y de negocios).

Para los comunicadores de hoy, este escenario presenta al menos dos oportunidades

distintas. Por un lado, puede ser un camino interesante para explorar si tenés un interés

específico, una mirada original sobre algún tema, y ganas de hacer un reportaje

independiente sobre eso. No se trata de convertirse en influencer, sino de encontrar un nicho donde tu perspectiva aporte valor, y construir una audiencia dispuesta a pagar por esa mirada única.


Por otro lado, aunque no quieras convertirte en escritor de Substack, entender esta

mecánica es fundamental porque estos newsletters se están convirtiendo en los nuevos

thought leaders de sus respectivos sectores. Las marcas y organizaciones los contactan

para colaboraciones, y cada vez más sus opiniones influyen en los consumidores. Si

trabajás en comunicación, relaciones públicas, o marketing, estos creadores representan un

canal emergente que no podés ignorar. Conocer cómo funcionan, qué los motiva y cómo se

relacionan con sus audiencias te va a dar una ventaja competitiva para diseñar estrategias

de comunicación más efectivas.


Fuentes


Entradas recientes

Ver todo

Comentarios


bottom of page