SANTIAGO DOMÍNGUEZ
- Sabrina Bianchi
- 10 jun
- 3 Min. de lectura
Licenciado en Comunicación con orientación en Publicidad y Marketing por la Universidad ORT Uruguay, donde actualmente curso el Máster en Dirección de Comunicación y Marketing, con el objetivo de potenciar mis competencias estratégicas y de liderazgo.
Con una sólida trayectoria en el área de marketing, logré combinar mi perfil profesional con una carrera artística como DJ y Productor de música electrónica, llevando mi visión creativa y capacidad de conexión con audiencias a distintos escenarios internacionales. Esta fusión entre la comunicación, el marketing y la música me ha permitido abordar proyectos con una perspectiva integral, innovadora y auténtica.
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La música:
identidad, comunicación y estrategia
La música forma parte de mi vida desde antes de nacer. No solo la escucho: la vivo, la produzco, la comparto. Como forma de expresión humana es una herramienta de comunicación no verbal que atraviesa culturas, contextos y generaciones. Su capacidad de evocar emociones, estados de ánimo e ideas la convierte en un vehículo poderoso para transmitir mensajes complejos de manera directa y emocional.
En este proyecto presentaré cómo los sonidos, las frecuencias, los géneros y los patrones musicales actúan como lenguaje simbólico, configurando no sólo identidades personales, sino también discursos culturales, sociales y empresariales.
La música comunica quiénes somos, cómo nos sentimos y cómo percibimos el mundo. No solo es reflejo: también es una forma activa de influir en otros, de conectar, de generar pertenencia, memorabilidad y emoción compartida.
La música como identidad y comunicación personal
¿Alguna vez pensaste que lo que escuchas te define más que lo que decís? La música es más que sonido: es vibración, identidad, energía. No es casual lo que suena en tus auriculares: ahí también estás vos.
Las canciones no solo nos gustan: nos representan. Más allá del arte, descubrí que la música es también una forma profunda de comunicación: nos define, nos conecta, y nos transforma.
La música moldea nuestra identidad y comunica quiénes somos, incluso sin palabras. Pensá en tus playlists más escuchadas, tus artistas favoritos, tus álbumes favoritos. ¿Qué dicede vos? ¿Qué emociones transmiten? ¿Qué historias cuentan sin necesidad de hablar?
Resonancia, cuerpo y conexión emocional
Si el agua responde a la música… ¿qué pasa con nosotros que somos 70% agua?
Masaru Emoto fue un japonés reconocido por sus estudios acerca de cómo la vibración del sonido puede transformar la materia y las emociones, así como también la memoria y la consciencia del agua en nuestro organismo.
En su libro bestseller “Los mensajes ocultos del agua”, el científico japonés muestra cómo la influencia de nuestros pensamientos, palabras y sentimientos en las moléculas de agua pueden tener un impacto en nuestra salud personal y en la tierra.

El sonido impacta físicamente vibrando y transportando energía a través de un medio.
El cuerpo vibra, el agua reacciona, las emociones se mueven. La música no solo comunica
hacia afuera. También modifica nuestro ritmo cardíaco, nuestro ánimo y nuestras células.
Impacta directamente en el aumento de la memoria y la función cognitiva de los hemisferios
izquierdo y derecho del cerebro.
El cuerpo humano posee siete centros energéticos definidos como chakras. Cada uno
de ellos está alineado a lo largo de la columna vertebral y se asocian con órganos, emociones y funciones específicas. Estos centros responden a distintas frecuencias vibratorias, por lo que ciertos sonidos o notas musicales pueden ayudar a desbloquearlos, armonizarlos o activarlos.
Por ejemplo, el chakra raíz se relaciona con frecuencias más graves, que conectan con la seguridad y la estabilidad, mientras que el chakra corona se vincula a tonos más agudos, asociados a la espiritualidad y la conciencia. Es así que el sonido se convierte en una herramienta poderosa para equilibrar el cuerpo, la mente y el espíritu.
Aplicación de la música en la comunicación y las empresas
Las empresas usan la música para construir marca, conectar con emociones y generar
experiencias. Desde un jingle que todos recordamos, hasta la playlist de una tienda como Zara o el sonido de Netflix al comenzar una serie.
Desde la historia de la comunicación, la música se ha utilizado como una herramienta
poderosa para conectar con las audiencias. Su impacto es tan poderoso que logra trascender las barreras del tiempo y perdurar en nuestras mentes, de generación en generación, logrando una asociación de atributos, valores, emociones y mensajes.
Por lo que este proyecto no es solo una investigación. Es una invitación a escuchar
más allá del oído.
A entender que la música no solo suena: comunica, nos transforma, nos une y vive en nosotros.
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